1. ¿Qué es un Podcast?
La respuesta corta es que el Podcast es a la Radio lo que YouTube es a la tele. No es exactamente así, pero casi.
La historia empieza con el iPod, ese invento de Apple en el que ponías música y te la llevabas contigo a todas partes. Una de las pijadas que llevaba el iPod era que podías grabarte a ti mismo, y compartir las grabaciones con tus amigos. Para hacer eso posible, Apple te ofrecía, a través de iTunes, la opción de "publicar" tus grabaciones, que quedaban guardadas en algún sitio y te daban un enlace que le pasabas a tus amigos, para que encontrasen ahí las chorradas que habías grabado para ellos, y se suscribieran para ver qué más subías. Vamos, un juguete de antes de que se inventara Instagram.
Para quien no lo sepa, iTunes era como la App Store, pero de canciones. Esto es muy anterior a Spotify, y lo que hacías era entrar a iTunes y comprar (sí, COMPRAR) canciones individuales a 1 o 2 euros CADA CANCIÓN. Desde luego, ese modelo se vino abajo cuando Spotify llegó y ofreció todas las canciones del mundo por una tarifa plana de 10 euros al mes.
El tema es que a algunos se les ocurrió que el juguete podía valer para más cosas. Así que se empezaron a grabar contando historias, chistes, clases, debates... básicamente, comenzaron a hacer radio. Grababan audios, los subían a iTunes con el iPod, y mandaban el enlace a todo el que quisiera escuchar. Si te interesaba lo que un chalado de estos contaba en sus audios, le dabas en el iTunes a "suscribir" al enlace de su "canal", e ibas recibiendo los audios que subía. Nacía así el PodCast, acuñado a partir de las palabras iPod y broadcast (broadcast es difusión, es decir, lo que hace la radio).
Por suerte para el futuro, Apple no vio desde el primer momento el potencial de su "juguete", y no usó nada propietario o único. Aprovechó una cosa muy común en internet, que se llama "RSS Feed", que viene a ser un enlace que distribuye lo que sea que le añadas, básicamente porque estaba ahí y era gratis y fácil de usar. Más tarde, sobre todo cuando llegaron los smartphone, esto resultó ser muy bueno, porque lo único que necesitas es el enlace RSS del podcast para recibir los episodios a medida que son publicados.
Al haber sido los primeros, la inmensa mayoría de podcasts eran y siguen siendo publicados sobre todo a través de iTunes. Pero iTunes sólo mantiene en su plataforma el enlace RSS, al que te puedes suscribir desde cualquier app que sepa atender a enlaces RSS. Y, ahí está la clave, hay MILES de apps que pueden hacer eso, porque RSS es algo abierto y que todo el mundo puede usar.
Como pequeño paréntesis, los blogs, como este mismo, también funcionan con un RSS por debajo, sólo que en vez de añadir archivos mp3 de grabaciones audio, como un podcast, lo que añade son archivos de texto, como el que estás leyendo ahora mismo.
2. ¿Por qué te importa tanto esto?
Los podcasts crecieron, sin control de nadie, hasta convertirse en un entorno bastante mejor que YouTube. Hagamos una comparación.
Para empezar, me ofrecen escuchar audios de cosas que me interesan, sólo esos audios y ninguno más, y todos ellos sin falta. Si me interesa un podcast que encontré sobre La Historia de Roma, y me interesan también Las Noticias de la BBC, me suscribiré a esos 2 Podcasts y nada más. Y cada vez que publiquen un episodio nuevo, me llegará en la app con la que me he suscrito. YouTube, en cambio, lo hace todo mal en este sentido. Si he visto un vídeo sobre La Historia de Roma, cree que me interesará "10 sorprendentes razones por las que el horóscopo romano predice tu futuro", o a saber qué pamplinas hechas por una sola razón: conseguir que la gente haga click para generarle al autor un ingreso de 0.0005 euros. Encima de notificarme constantemente sobre cosas que no me interesan realmente, YouTube también decide que, al ser el canal "La Historia de Roma" un canal con pocas visualizaciones, probablemente NADIE esté interesado, ni siquiera los que se han suscrito y le han dado a la campanita. Así que hay muchos vídeos del canal que me interesa que, a menos que los busque yo a posta, no van a aparecerme, porque el robot que intenta mantenerme pegado a la pantalla cree que me va a enganchar mejor con algún otro vídeo.
Encima, YouTube no respeta el orden de nada. Imagina, por usar el mismo caso, un canal de YouTube que cuente cronológicamente la historia de Roma. Y resulta que el vídeo donde llega a contar lo de la Primera Guerra Púnica se hace viral, y lo ven millones de personas. A partir de ese punto, veas el vídeo que veas del canal, la sugerencia de YouTube es que a continuación veas el de la Primera Guerra Púnica. Le da igual que los episodios empiecen con un número y sean obviamente ordenables, el robot hace cuentas y considera que el vídeo "viral" seguro te va a enganchar. Y tras ese, te sugerirá "8 sorprendentes trucos que los antiguos romanos usaban para adelgazar. El 5o hará que tu mente explote".
Además, al no ser propiedad de nadie, el podcast es un contrato directo entre el creador y el consumidor. El primer podcast que escuché fue "The History of Rome", hecho por Mike Duncan. Lo empecé a escuchar en una aplicación de música que tenía en mi ordenador, que no era iTunes. Más tarde, me descargué una aplicación en el móvil llamada Player FM, y lo escuchaba ahí. Y luego, cuando me convenció más otra aplicación, Podcast Addict, me pasé a esa otra y seguí escuchando ahí. Nadie es irreemplazable en esa relación, excepto Mike Duncan y yo.
3. ¿A qué viene lo de Spotify y qué son los podcasts exclusivos?
Desde hace un par de años, Spotify se ha dado cuenta de que hay millones y millones de personas escuchando podcasts, cada uno en su app preferida. Y claro, si yo dedico tiempo a escuchar podcasts en otra app, al mismo tiempo no estoy escuchando música en Spotify. Así que en un primer momento añadieron la posibilidad de escuchar podcasts desde dentro de la app de Spotify. Hasta aquí, todo bien. Pero eso no era suficiente.
Decidieron crear la aberración del podcast exclusivo, por razones obvias. Bueno, hay otros que tienen podcasts exclusivos como Audible (empresa de Amazon), pero no tienen tanto éxito. Si hay millones de personas escuchando el podcast de Joe Rogan, ahí hay una posibilidad muy grande de negocio. Así que Spotify pagó a Joe Rogan 100 millones de dólares, y a cambio el podcast se convirtió en un exclusivo de Spotify, es decir, que ahora sólo se puede escuchar desde dentro de la app de Spotify. Así que si te gusta mucho escuchar a Joe Rogan, vas a pagar 10 euros al mes a Spotify para poder escucharlo.
Spotify ha conseguido, pues, monopolizar cada vez más podcasts, y convertirse en un intermediario inevitable. Eso me fastidia profundamente, y voy a explicar por qué.
4. ¿Cuál es la mejor manera de escuchar podcasts?
Antes mencioné que usé dos apps en el móvil para escuchar podcasts, Player FM y Podcast Addict. Lo que tienen en común es que, a diferencia de las demás aplicaciones, que están obsesionadas con ofrecerte "el episodio más reciente" de los podcasts a los que te suscribes, estas dos te permiten escuchar "el más antiguo sin reproducir". Esto es fundamental cuando algo es cronológico. No me interesa escuchar el episodio más reciente de La Historia de Roma, porque es el último. También hay podcasts narrativos, y no me interesa escuchar el último episodio primero, por la misma razón por la que uno lee los libros de principio a fin, y no del final hacia el principio.
Y no sólo eso, lo que quiero es no tener que acordarme de por qué episodio iba. De ahí que me parezca magnífica la opción de escuchar el episodio más antiguo de los que aún no he escuchado. Para eso está la app, para mantener la cuenta y no tener que acordarme yo. Además, en el siglo 21, lo suyo es que la app descargue ella sola el episodio siguiente que voy a querer escuchar, no que lo tenga que buscar yo.
Todo eso, en Spotify, no se puede hacer. Puedes descargar episodios para escucharlos sin conexión, con un sólo click. Pero me niego a hacer el trabajo sucio de ir a darle click al episodio para que descargue, y luego des-clicarlo una vez lo he escuchado. No soy el maldito esclavo de Spotify.
5. ¿No esperarás que Spotify deje pasar la oportunidad ganar dinero con esto, no?
No necesariamente. Hay cosas que se pueden hacer para tenerme contento, y con las que pueden seguir ganando dinero. Por ejemplo, hay variantes de los enlaces RSS que requieren que pongas una contraseña al suscribirte. Esto lo usan algunos podcasts que quieren ser de pago (sí, los hay, aunque no muchos). Pueden darme una contraseña porque soy usuario de Spotify, que le paga el dinero cada mes, y luego ya yo escucho el podcast que quiera en la app que quiera.
Por desgracia, ese no es el camino por el que vamos. Mucha gente sólo concibe el podcast como algo que encuentran en Spotify, al igual que en su día muchos sólo concebían el podcast como algo que se encontraba en iTunes. Esto último es lo que más me preocupa del asunto.
Spotify es un gran servicio, que en general me gusta mucho, y me sabe muy mal estar como estoy, deseando que le llegue el mismo triste final que le llegó a iTunes.
Mientras tanto, los enlaces RSS siguen estando ahí, y por suerte la mayoría de los podcasts se siguen publicando así, y sólo de pasada están TAMBIÉN en Spotify, que es como debe de ser. Así que no es demasiado tarde. ¡Vivan los podcasts!
P. D. Te puedes suscribir al Podcast The History of Rome aquí: The History of Rome
. Es uno de los mejores podcasts que he escuchado, y le debo mucha de la habilidad que tengo para entender el inglés hablado.